Estuve a punto de mantenerme en una relación comercial, por el solo hecho de haber invertido en la misma, aun cuando era un total fracaso.
Hoy día siendo Motivadora y Mentora de Emprendedoras, he logrado en menos de 6 meses más de 26 casos de éxito de mujeres que han decidido hacer un cambio personal, aplicando manejo emocional, transformando esa mentalidad de carencia a oportunidades y posibilidades, imprimiendo en cada asesoría mi sello personal de proyección de ventas y branding emocional. He trabajado con mujeres que han obtenido resultados más allá de los esperados, reconociendo su valor y trasladando el mismo a sus negocios. Antes de eso, mi vida no era así como ahora se puede percibir, aparentemente todo estaba bien.
¡Sí! Estaba bien para los que me rodeaban, al complacerlos en decisiones absurdas que me alejaban de mi visión, al hacerlo me alejaba de mi yo interior, ignorando a la par mis emociones y fallando en atender a mi intuición. Algo me decía que yo estaba preparada para lograr un impacto positivo en los demás, pero algo me frenaba, y ahí estaba yo; alejándome de mi visión.
Aún cuando desarrollé una carrera en finanzas corporativas por 23 años, siempre tras bastidores emprendía, incluso desarrollé 2 marcas de servicios corporativos a la industria petrolera junto a sus dueños. Mi aporte de valor en todos los emprendimientos se repetía, manejo digital, pionera, intuitiva, genuina, creativa, siempre fueron propuestas únicas.
Fue así como en el año 2018, inicié uno de los emprendimientos con el que creí estar llenando mi propósito, una marca comercial en el ramo de la moda, en un abrir y cerrar de ojos visualicé como la misma sería reconocida por su presencia y reputación en el ámbito digital, y ¡lo logré!. La marca, era operada desde Venezuela y se hicieron ventas incluso a Italia, Dinamarca, USA y Panama, de manera recurrente. Los precios jamás fueron un obstáculo para expandir la marca internacionalmente. Yo tenía muy clara la propuesta de valor de la marca y la plasmaba en todo su mensaje. Hacía cosas que me apasionaban: fotografía, edición, planificación, estrategia, marketing digital y proyecciones financieras, más allá de todo eso, lo hermoso era el resultado, conectar con personas en el mundo digital que se sintieran identificadas con la marca, era hermoso, pero no rentable.
Se repitió la historia que viven muchas relaciones o sociedades (porque si, es lo mismo), aun cuando el potencial era extraordinario, muchas fallas internas al querer avanzar sin un objetivo en común, socavando su éxito, ignorando el beneficio de las partes, tomando decisiones arbitrarias, y fallando en impactar intencionalmente a los consumidores, este emprendimiento entró en la famosa meseta empresarial; y de ahí no avanzó empezó a decaer. Una de las alertas más grandes era que después de casi 4 años no generaba utilidad, solo colapsaba los bolsillos, brillando al costo de dejar sin beneficio a sus participantes, por no asumir que habían errores garrafales. De haber algún beneficio, definitivamente fué el alimentar el ego y la apariencia.
Hay que ser francos con nosotros mismos, un negocio sin ventas NO ES NEGOCIO. Es un sueño muy lindo, pero si pasa el tiempo y no genera utilidad no es negocio, el problema obviamente es interno, no es el producto; a menos que hayas inventado el agua tibia. Esto solo habla de que hay carencias, hay traumas sin resolver que te llevan a tomar decisiones basadas en el ego, en emociones y no en pensamientos estratégicos. Porque si hay un momento para pensar es durante la ejecución de un plan de negocios ¿alguien dijo plan? ¿Cuál plan?
Después de 4 años, las ganancias que llegué a recibir no superaron los 6K USD (si acaso), y es de considerar que el inventario llegó a elevarse a mas de 140mil USD y que había invertido en un sector de negocios que a nivel global supera los 230 billones de dólares y va en alza, asi como las ventas digitales, y yo me preguntaba: ¿donde estaba mi pedazo de este pastel?, si teniamos ecommerce; pero no se invertía en el mismo.
Esa definición de la RAE que dice que una sociedad mercantil sirve para lograr el beneficio de las partes, es una definición que aquí no aplicaba, porque según, el negocio debía continuar ¿negocio?
Muchas decisiones emocionales, pocas decisiones estratégicas.
Pero fue hace menos de 2 años, en el 2021, que mi vida dio un giro que honestamente no tenía en mi radar. Suele suceder que vemos como ocurren cosas en nuestro entorno, pero jamás nos paseamos por el escenario que sea a nosotros quien nos suceda, hasta que nos pasa y una oportunidad se abre ante nosotros: la oportunidad de hacernos conscientes.
Efecto Mariposa se llama esta etapa de mi vida.
Emigré a otro país con dos niños 13 y 2 años, enfrenté la enfermedad de mi hermana mayor, una enfermedad devastadora en una mujer muy joven a quien amo.
Asi mismo, tuve que enfrentar el hecho de recibir varias solicitudes expresas para que dejara esta sociedad y pusiera en venta mis acciones, después de muchas diferencias de criterios que se repetían continuamente, faltas en contra de mis valores, discrepancias en decisiones tomadas de manera arbitraria y en contra de la ley. Fue así que pasé de tener una marca, que era mi todo, a recibir nuevamente una solicitud malintencionada para que me retirara y desde entonces quedarme sin nada, y no haber podido siquiera recuperar mi inversión. Fui estafada por personas con quienes compartía lazos como: socias, familia, amigas, entre otros.
Sin darme cuenta me había comprometido inconscientemente en una sociedad basada internamente en el poder, la competencia, la deslealtad, la arbitrariedad y la falta de compasión. Abrir los ojos ante esto, fue el escenario más dantesco que he podido experimentar, un golpe muy duro a mi ego; porque lo cierto es que no resueno con estos antivalores, pero de una u otra forma ahí estaba yo.
Se lo que es despertar y que los pensamientos negativos invadan tu mente, vivir en caos y por horas perder tu enfoque. Sentir que perdiste tanto, que todo desaparece.
Acostarte en las noches y pensar una y otra vez en que fallaste, como te estafaron en tu cara y no poder hacer nada al respecto, estando en otro país, esperando que el sentido común aparezca y entender que este jamás existió. Pensar una y mil veces como volver a empezar.
Saber que tu negocio tenía tanto potencial y haber fallado en decisiones tan básicas como escoger socias con tu misma visión. Pero cómo iba a saberlo si cuando emprendemos es por pasión, y la visión por lo general la ignoramos, no es solo hasta que pasa esa emoción temporal que entiendes que debes plantear un objetivo, desarrollar un plan, tener una estrategia y a esas alturas ya invertiste tu dinero.
Si, se lo duro que se siente, lo que significa reconocer que nadie te defrauda sino tu misma al ser infiel a tus principios, a tus valores y no tener la valentía de decir: hasta aquí. Algo me decía que mi propósito no podía ser tan efímero, tan limitado, era duro cuestionarme.
Pero aqui estoy, transformé el caos en oportunidad.
Hay algo que nadie puede quitarte y es tus conocimientos, tu experticia, tus talento. Me desperté a mi verdad, la que nadie puede robarte. Tener gestión emocional fue mi pilar más grande, reconocer y hacerme responsable de mi realidad, fue mi pasaje directo al éxito.
Comprobé una vez más que el dinero no llena vacíos, no suple carencias, y que lleva ventaja quien con su talento crea, impacta a otros, y no necesita aparentar para ser líder, único y especial.
Mi visión seguía intacta, jamás perdí la claridad de lo que quería y sabía que iba a lograr. En medio del caos vi la oportunidad de darle PLAY a mis sueños. Aprendí a soltar, a decir NO, hice las paces con el hecho de que si hoy, la mejor decisión es terminar una situación porque me aleja de mí, lo hago sin buscar validación. Reconocí que mi negocio no se nutre de decisiones emocionales, sino de decisiones estratégicas.
Fue así como hice una de mis mejores inversiones, contraté un mentor y mientras mi hijo de 2 años dormía yo aprendía cómo vender en Amazon y en paralelo apliqué todo mi conocimiento en desarrollar una marca con intención y así lograr una meta que siempre había tenido, entrar en ese Marketplace. Comencé a crear un grupo de trabajo remoto.
Accentsology, es una marca que fundé basada en el Mindfulness, en el amor propio, en hacer lo que te da placer; en menos de 5 meses logré mi primera venta, fue un producto conceptualizado y personalizado por mi desde cero, importado desde China, elaborado en bamboo para darle el toque ecológico. Lo vendí en Amazon, el primer mes recuperé toda mi inversión; lo introduje en redes sociales, desarrollando una campaña emocional; y también lo vendí al mayor y al detal.
Fue durante todo ese proceso que vi mi propósito claro: Enseñar a otras mujeres a trascender escenarios poco favorables, creando un emprendimiento con intención, basado en su propósito, usando sus talentos, haciendo lo que les apasiona, manejando estrategias que lo hacen rentable y permiten escalarlo, revelando la propuesta de valor irresistible que impacta de manera positiva a otras personas. En el tercer trimestre del 2022 pude visualizar, mi marca personal.
La mejor parte es saber que he contribuido al bienestar emocional de más de 30 mujeres, saber que he podido aportar en su evolución como emprendedoras y profesionales con solo educarlas a tomar responsabilidad de sus emociones, es algo maravilloso, saberlas reconociendo oportunidades donde antes solo había carencia, frustración y negatividad. Escucharlas hacer las paces con toda situación que veían como impedimento, ver como se expanden y me llaman solo para decirme que están generando más dinero, que crearon una nueva idea, cosa que jamás creyeron posible, me hace sentir plena, es una experiencia enriquecedora y apasionante; me produce emociones de expansión que no caducan.
Y esta es la vida que deseo para todos. Por eso hago el trabajo que hago.
Aun cuando hay una parte de mí que piensa, que estoy compartiendo en estos días mucha información de mi vida en relación a mi trabajo (como un post que compartí recientemente), la realidad es que el egoísmo no forma de mi y me interesa demasiado ayudar a otras mujeres a lograr libertad y plenitud en todos los aspectos, escalar su negocio, tomar las decisiones correctas para hacerlo rentable, ser independientes, ser exitosas en todos sus roles, y ser reconocidas como dueñas de marcas que están impactando a la sociedad con sus talentos.
Tener un talento extraordinario, tener grandes ideas, pero no tomar las decisiones estratégicas correctas es la fórmula perfecta para fallar en lograr un negocio sostenible. Es por esto que me he dedicado a ayudar a muchas mujeres a lograrlo, a generar ingresos constantes a través de sus emprendimientos, alcanzando negocios rentables del que pueden vivir, ese que te permita ser independiente y alcanzar libertad como mujer en todos los aspectos, a través de un modelo de negocio que desarrollé basado en 4 pilares.
Si tu o alguien que conoces lucha constantemente con ese emprendimiento que nace de manera intermitente cada tanto, pasa el tiempo y aun no escala, no es rentable, tu mensaje no se escucha en una plataforma saturada, no resuena con multitudes, tienes un producto extraordinario y aun tu emprendimiento no te permite tener libertad, luchas y te esfuerzas para atraer clientes potenciales y en su mayoría te ven como vitrina, cuestionan tus precios y no generas conexión emocional. Durante cada mes del 2023 estaré ofreciendo 1 sesión gratuita de descubrimiento a 5 personas, para reconocer la intención detrás de tu marca, cuáles son las emociones que te llevaron a crearla, cuál es tu visión de la misma ¿quien es y que busca?, ese cliente ideal a quien deseas impactar.
La vida es hoy y estás estancada porque desconoces que hay una solución. Estaría más que honrada de poder brindarte apoyo, trabajando juntas.
Déjame saber en los comentarios si puedo servirte, o si conoces a alguien que estimes mucho y necesite trabajar su emprendimiento para escalarlo.
Puedes escribirme directamente a mi whatsapp para agendar tu próxima asesoria, enviarme un email, o un mensaje directo en Instagram.
https://wa.me/message/LLD3VNHL5KPDN1
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